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Mentalidad dieta ¿Qué es?

Mentalidad dieta ¿Qué es?

Mentalidad dieta ¿Qué es?

Partiendo de la premisa que dieta es el conjunto de los alimentos que habitualmente consumimos podemos decir que todo el mundo sigue una dieta.

La palabra dieta en general toma una mala reputación cuando lleva un apellido que te invita a restringir algún grupo de nutrientes sin haber consultado cómo está tu salud. Entonces comienzas con un ciclo de dieta que te impulsa a pensamientos y conductas restrictivas que en el mejor de los casos te ofrecen resultados temporeros pero al no crear acciones realistas y balanceadas en tu vida comienzan a desvanecer desatando impulsos de sobre comer, frustraciones, y falta de confianza en ti que crean que comiences otra dieta más tarde en tu vida. 

¿La solución? 

Comenzar a entender opciones que nutren tu cuerpo para tomar decisiones conscientes y entender las necesidades de tu cuerpo para comer para satisfacerlo.

 

El ciclo de dieta eterna ¿Cómo deshacerte de este ciclo?

Primero a que se refiere el ciclo de dieta, veamos si te identificas o si estas en algunas de estas fases ahora mismo:

    1. Necesito empezar la dieta: tus pensamientos de que tu cuerpo necesita bajar de peso y tienes que comenzar lo que Juanita o Maria están haciendo para perder unas libritas ya que ser flaca es estar saludable. Este pensamiento de hacer una dieta restrictiva muchas veces es seguido por muchas personas en la industria de la salud y bienestar diciendo que tu cuerpo debe verse de cierta manera para definir tu valor o aceptación cultural. 

    2. Que comience la restricción: tu cuerpo no entiende porque has cortado tus nutrientes o calorías tan dramáticamente y  comienza a defenderse. ¿Cómo? Ten envía fuertes señales de hambre porque aumenta la grelina y disminuye la leptina, de repente comienzas a pensar más en querer comer porque sabes que no puedes consumir ciertas comidas, tu metabolismo pasa a modo de ahorrar adaptándose a trabajar con lo que recibe. 

    3. ¡Ya no puedo más!, ¡adiós restricciones!: al cabo de unos días, semanas o meses te cansas de sufrir pensando en todo lo que no puedes comer. Y para colmo tú reducción de peso no ha sido significante y ahora tienes más estrés. Comienzas a comer y recompensarte por todos tus esfuerzo (muchas veces sobre comiendo tus gustitos). ¿Sabías que en este punto estudios indican que el (95%) recuperan el peso o suben de peso? 

    4. Peso es ganado: dado a que cualquier reducción de peso o grasa fue causado por conductas restrictivas e insostenibles, al volver a tus conductas habituales tiendes a ganar el peso perdido o aumentas un poco más.

    5. Culpabilidad: comienzas a juzgarte que no tienes fuerza de voluntad y es tu culpa que no puedes cerrar la boca. Tu autoconfianza y autoestima se ven afectadas a un punto que no aceptas tu cuerpo y empiezan a sentir disgusto por él. Puede que solo el hecho de verte al espejo te cause ansiedad y definitivamente comienzas a buscar que nueva dieta tratar para lograrlo.

Entiendo que cada una de estas fases parecen normales y es lo que nos han enseñado a seguir. Cada vez que iniciamos el ciclo están las esperanzas de que esta vez si lo lograras porque a tu amiga, tía, hermana, o actriz le funciono pero la verdad es que la magia no está en la restricción. 

Algunos pensamientos y/o conductas que puedes tener en la mentalidad de la dieta son: 

  • Moralizar los alimentos como buenos o malos. 

  • Estar todo el tiempo comiendo basado en ¿cuántas calorías tiene un alimento? 

  • Querer quemar lo que comiste en el fin semana con ejercicios.

  • Sentirte culpable porque comiste ciertos alimentos. 

  • Falta de flexibilidad en tus alimentos.

  • Mantener tu ingesta de comida en ciertos períodos específicos del día para evitar sobre comer. 

  • Pensamientos de restricción de cualquier tipo

  • No querer ir a un evento social para no caer en “tentación” 

Comienza a romper el ciclov

  • Détente y Acéptate: ¿si te miras al espejo qué ves? Si comienzas a ver defectos o a compararte con otros cuerpos. Te invito a que cierres los ojos y los abras nuevamente con ojos de gratitud y amor por todo lo que tu cuerpo te permite hacer cada minuto y segundo de tu día. Ahora mismo sin pensarlo estás respirando y tienes una visión a color que te permite apreciar lo hermosa que eres. Cuando comienzas a verte con esta mentalidad y ojos de lo completa que eres y que no necesitas de ninguna dieta para arreglarte estás un paso más cerca de romper la mentalidad de la dieta. 

  • Identifica tus emociones: hay que crear conciencia de tu entorno y las situaciones que rodean tus momentos al consumir comida. ¿No te ha pasado que cuando estás haciendo un proyecto o estás en una situación estresante tienes que buscar ese dulcesito o chips para consumir? ¿Qué tal de ese popcorn en el cine? ¿o la famosa copita de vino para lidiar con un día pesado? Al igual que la mentalidad de la dieta esas conductas ligadas a nuestro consumo muchas veces son impuestas y no necesariamente es por necesidades a satisfacer tus necesidades. Por que si somos honestas a lo mejor hablar con alguien sobre tu día pesado te va ayudar mejor que la copita de vino que te puede dejar con dolor de cabeza luego sin aliviar la pesadez. 

  • Atiende tu hambre: señales normales que tu cuerpo te da son:

    •  Gruñidos de estómago 

    • Fatiga

    • Temblores

    • Incapacidad para concentrarse

    • Desasosiego

    • Cambios de humor

Si tu hambre es fisiológica, mi recomendación es que tengas opciones densas en nutrientes que puedan satisfacerse. En este momento de consumir tu comida deja todo lo que estás haciendo y concéntrate en tu plato (se que cuesta pero es necesario). Siente las texturas, sabores, colores, tamaños y mastica suave. Permitiendo a tu cuerpo tener una experiencia agradable y te ayude a comenzar un proceso de digestión saludable. También te ayudará a crear  las señales de saciedad necesarias para no querer seguir comiendo sin hambre. 

  • Reconcíliate con tu comida: la comida no tiene valor moral, no es buena ni mala. En este punto quieres comer para sentirte bien y satisfecha de acuerdo a tus gustos y nuevamente lo que tu cuerpo necesita. Preguntas que te ayudan a identificar si lo que comistes lo que necesitas son:

    • ¿Estaba rico? 

    • ¿Tengo el estómago lleno?

    • ¿Cómo se siente el cuerpo después de comer?

¿Pero y los postres? 

    • Preguntate:

    • ¿Estaba rico? Si/ No/ Muy dulce/ la textura no era lo que buscaba 

    • ¿Tengo el estómago lleno?: Demasiado, me siento inflada, Me siento muy bien, justo lo que quería. 

    • ¿Cómo se siente el cuerpo después de comer? Quiero irme a dormir, Con energía, fuerte

  • Reconcíliate con el movimiento: cuando te ejercitas no lo haces para quemar calorías creando esa afición de todo el tiempo querer hacer rutinas que te dejan empapada de sudor y te hagan quemar 300 o más calorías según métricas que no son 100% reales.  Cuando te ejercites haz ejercicios que disfrutes y creen cambios en tu estado de ánimo, salud y/o cualquier aspiración en tu composición corporal.

Déjame saber, ¿qué piensas de la mentalidad de dieta? ¿has hecho alguna dieta?

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